jueves, 6 de agosto de 2009

El payaso pobre


Cuando reía lloraba
pero lloraba con alegría
sólo su risa lo alegraba
cuando su llanto apagaba.

Saltaba como alegre niño
haciendo muecas y guiños
era la imagen del circo
que con harapos vestía.

Panteras,leones y tigres
eran la atracción preferida,
y en los pequeños recesos
al payaso con risas pedían.

Luego de los malabaristas,
acróbatas que a las alturas retaban
capturando entre los aires
los nervios de los más intranquilos.

Salía el payaso de nuevo
a despertar a dormilones y nuevos
con sus carrillos pintados
y su sonrisa engalanada.

Acto tras acto llegaba
cual salvador bienvenido
el payasito ladino
que hacía de la función pergamino.

Su faena terminaba
cuando nadie lo llamaba
los aplausos decaían
y las risas se apagaban.

Día tras día su rostro
de pintura tenia que cubrir
para ganarse la vida
tan solo disimulando alegría

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